¿Más de una vez has escuchado que para crecer como persona es importante aprender a hacer nada pero no tienes ni idea de cómo se hace eso? Es habitual que cuando hablamos de contactar con nuestra fuerza interior una de las primeras variables que pongamos en juego sea aprender a hacer nada. Ya, ya sé que es muy fácil decirlo, ¿pero cómo se hace eso de hacer nada?
Y cómo se hace en esta sociedad en la que no paramos de hacer durante todo el día. Si te paras a pensar, lo habitual es que desde que te levantas por la mañana hasta que te acuestas por la noche no pares de hacer. Desde que somos niños nos enseñan a que hay que aprovechar el tiempo porque es oro y que es muy importante exprimir el día al máximo.
La necesidad de hacer nada
¿El resultado? Cada vez hay más estrés, más ansiedad y tenemos la sensación de que no llegamos a lo que se espera de nosotros.
Por si fuera poco, el ruido es algo que nos acompaña todo el día y que hace que no podamos estar en contacto con nosotros. Porque si algo va aparejado a hacer nada, eso es el silencio y el poder estar con nosotros, con nuestros pensamientos, con nuestras emociones y también con nuestros impulsos. Porque lo primero que da hacer nada es tener más contacto con nosotros, con quienes somos y con lo que deseamos.
En este vídeo post te cuento cómo comenzar a hacer nada de manera fácil y también te doy algunas claves de los beneficios que te puede dar esto de hacer nada.
¿Cómo te llevas con esto de hacer nada? ¿Has probado alguna de las prácticas que propongo en este vídeo? ¿Cómo ha sido para ti hacerlo? Si te animas a compartirlo puedes hacerlo ahí abajo, en los comentarios.
Leonor
0 comentarios